[sustran] octubre a escala humana

Carlos Cordero Velásquez ccordero at amauta.rcp.net.pe
Thu Sep 23 12:37:31 JST 2004


CICLORED
El boletín del transporte a escala humana
Oct-Nov, 04

    Este boleto, para Pili y César y su largo viaje.


Viaje a Italia

¿Dónde termina un viaje? ¿Qué ocurre si al llegar no has llegado? ¿Cuál es
el paso que nos devuelve?

Un viaje sentado e inmóvil, un trayecto contradictorio, eso es el cine. Más
cercano al tren y su ventana en las películas de acción, a la bicicleta y su
manubrio en los dramas y a los rústicos automóviles y su simpleza en los
blockbusters. A diferencia del transporte a escala humana, la velocidad y la
perspectiva cinematográfica poco dependen de uno, están sujetas a la
imaginación y la sensibilidad de otros. Pero como en todo, una lectura
atenta y la forja de cierta sensibilidad nos permite interactuar con el
mundo del frente.

Son los días de las fiestas nacionales y no hay mejor fiesta que
reencontrarse con los amigos que vienen a pasar unos días desde su exilio
personal. Esos días que en Lima  imponen su letargo, su manto de cielo gris
infinito.

Como cualquier otra ruta y poniéndole un poco de abstracción al asunto, el
cine es también una voluntad, un proceso arduo y laborioso y después un
resultado, un viaje también. Pero no el  de todos los días, trayecto
impuesto al individuo con ruta y horario,   suerte de gravamen urbano que
permite la subsistencia. No, es un viaje elegido.

Mientras pedaleo al encuentro del sabor del  ceviche y la conversación
amical, la tarde y su sábado fluyen despacio, el almuerzo es seguido por un
café y un postre cercano. Entrada la tarde, dueños de la ley de la calle,
decidimos ir de compras y aprovechamos la caminata para recoger unas fotos
en Miraflores y regresar más tarde para un corto Viaje a Italia, en el
pequeño cine de Barranco.

Uno siempre recuerda los viajes elegidos, los tramos largos o breves en
busca de una reunión, de un rostro amable, en pos de la promesa de una
ciudad; pero en ese proceso tiende a olvidar la moldura de los que nunca
fueron, la impronta de aquellos destinos rezagados por el azar o el tiempo.
Esos viajes son a veces nuestra película personal.

Bordeamos el mar en dirección a Miraflores, poniéndonos al día, contándonos
las vidas, la de ellos que vuelven después de tiempo, la de nosotros que
estando aquí estuvimos antes lejos. Son aquellos viajes a través de la vida
de otros, contados como las antiguas seriales, por capítulos. Al llegar, la
tienda de fotos  no atiende y hay que desandar el camino, conversarlo
nuevamente y así, reconstruir el destino del próximo viaje. Hablamos de
proyectos personales, del futuro que pensamos construir entre esta visita y
la siguiente, y caminando el tiempo adquiere esa dimensión que lo aleja de
su forma común de instrumento para tornarse parte de uno, aliado de lo que
se dice, de los gestos que uno hace, cercándonos como el malecón que nos
acompaña; cuando de pronto nos asalta la hora del cine y en la puerta nos
dicen que ya empezó la película.  El fracaso de ese nuevo destino, de su
función de correveidile de los deseos,  nos deja molestos, pero sin tanta
prisa buscamos una película de alquiler, algo de comer y poco de beber para
inventarnos un nuevo viaje.

Un viaje elegido comporta una libertad mayor: un destino propio, una ruta
flexible en dirección y tiempo y la posibilidad real de elegir compañía y
forma. El viaje elegido nos expresa y baja de la rutina, y compensa la
caminata o el esfuerzo de la bicicleta por la cambiante comunión entre el
espacio y el tiempo.

Al borde de la noche encontramos  Un Día Muy Especial, un viaje distinto a
Italia, con Mastroniani y la Loren zafados de sus papeles habituales. Yo no
sé si esto explique la naturaleza del viaje propio, del trayecto como
intención, tal vez no. Él en el rol de un homosexual estigmatizado por la
Italia fascista y ella, una matrona cansada de la tiranía doméstica y
envuelta en la ideología de la época. Pero a diferencia de los viajes por
necesidad, el viaje elegido tiene una flexibilidad mayor. Ambos en un duelo
magistral  que se levanta sobre la tragedia de sus vidas, con cada diálogo
perseguido por el discurso oficial y las marchas de la farsa militar, a modo
de divorcio entre la intimidad del apartamento y la calle. El proceso y el
resultado de un viaje siempre son algo difícil de distinguir porque andan
mezclados, entreverados en la conversación, el paisaje y la vida.
No lo decimos, pero lo sabemos. Al final, una jornada particular, un día
especial, puede enredar un título y una realidad.

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Terra

E de nada valeria
acontecer de eu ser gente
e gente é  outra alegria
diferente las estrelas
de onde nem tempo nem espacio
que a fuerza mande coragem
pra gente te dar carinho
durante toda viagem
que realizas no nada
a través do cual carregas
o nome da tua carne

(Caetano Veloso, Terra)

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Retrato triste de Santiago

Los pasajes de Santiago son laberintos. Pequeñas cuevas de comerciantes,
parecen fachadas de algo oculto. Ahí la ciudad es de nadie. Apenas un
permanente tránsito de pequeñez y mediocridad. Todo es ordinario y sexual.
Las farmacia homeopáticas y los zapateros remendones. Las oficinas de la
lotería y las agencias hípicas. Las vitrinas con ropa interior femenina. Los
escaparates con condimentos orientales para los refugiados del Perú. Los
juguetes traídos de Hong Kong. Aviones de plástico con trompas de elefante.
Bacinicas con la sonrisa de Mickey Mouse. Insecticidas al lado de
ventiladores. Vídeos con carátulas de samuráis. Mercerías con cintas
nupciales. Mendigos ofreciendo pañuelos de papel para las narices agripadas.
Minifaldas a punto de explotar sobre nalgas rollizas. Galanes que fuman
eternamente un cigarrillo a la espera de que a alguien se le caiga algún
billete al comprar una revista. Florerías con coronas baratas para difuntos
indigentes. Timadores que arrojan tres monedas sobre las baldosas y luego
que aplastan una con el zapato para que se apueste dónde está.  Reparadores
de neumáticos de bicicletas desinflados. Infinitas farmacias con yerbas para
el hígado, la gonorrea, el tratamiento de piedras vesiculares y el aumento
benigno de la próstata. Y en el centro de todo, con escalas cubiertas de
alfombras que en alguna otra década fueron muelles y elegantes, los cines
rotativos que comienzan a funcionar antes del ahora del almuerzo. Los
espectáculos para solitarios y cesantes. Para desdentados y prófugos. Para
los amantes de las pantallas con artes marciales y suecas incansables
galopando vergas africanas en algún lugar turístico del mediterráneo.
(Antonio Skármeta, El Baile de la Victoria, Ed. Planeta, 2003)


Otro retrato de Santiago

Les avisamos que están "en el aire" el nuevo sitio de los Arriba 'e la
Chancha, agrupación de ciclistas urbanos que pertenece a Ciudad Viva. Está
muy simpático, con noticias e informaciones breves y útiles, así que les
invitamos a visitarlo en: http://www.arribaelachancha.cl/

Además, les ofrecemos como botón de muestra el artículo de portada del nuevo
sitio. ¡Bravo los valientes ciclistas! Llaman la atención y nos hacen
reflexionar más, en esta vida tan tensionada. Hay que tener ojo con las
contradicciones, como por ejemplo ir en auto a pasar una hora -- andando en
una bicicleta estacionaria -- cuando uno podría perfectamente andar por
todos lados en bicicleta en Santiago. Muchos piensan que es "muy peligroso",
pero la verdad es que no es así. Hay muchas rutas seguras y rápidas, y
habrán muchas más en la medida que ocupemos la calle con este modo de
transporte urbano ideal. (Lake Sagaris)
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La temperatura Fahrenheit

Estuve leyendo que Ray Bradbury se molestó porque Michael Moore utilizó de
manera inconsulta la metáfora y el título de su novela Fahrenheit 451 (F451)
para su documental antibush. No debería. Es un homenaje, cincuenta y tantos
años después de su publicación. A raíz de la anécdota, me he preguntado qué
puede haber en común entre obras de distinto formato y lenguaje, y cuando
digo ambas no me refiero únicamente a la relación entre ellas, también a la
relación entre ellas y su tiempo.

F451 fue publicada pocos años después del fin de la segunda guerra mundial y
F9-11 en el contexto de la invasión a Irak, no es casual entonces que ambas
muestren una profunda convicción pacifista, entendiéndose como recusaciones
de sociedades cada vez más alejadas de un proyecto humano y racional y
gobernadas por aparatos económicos y mediáticos capaces de reinterpretar y
justificar constantemente las acciones propias, metáfora llevada al extremo
por la película Matrix.

F451 diseña una sociedad donde los libros están prohibidos y,
paradójicamente, cuya perversión institucional más evidente reside en el rol
de los bomberos, suerte de ejército de ocupación encargado de quemarlos.
(F451 es la temperatura a la cual arde el papel).  En la superficie de la
historia, el lugar de los libros proscritos es ocupado por una televisión
omnipresente, es decir,  una suplantación de la relación personal e
imaginativa entre el lector y su libro por una relación masiva, acaso una
metáfora de las relaciones en una sociedad de personas aisladas, sostenidas
por vínculos precarios, pero cuya fragmentación es sumamente funcional al
poder. Cada personaje de F451 es un ejemplo de la dificultad para encontrar
destinos satisfactorios en los valores sociales predominantes. Personajes
arrojados al fuego social, calcinados por la ausencia de un destino propio y
enriquecedor.

El propio Bradbury ha narrado en alguna entrevista que la primera idea de la
novela le vino a la cabeza un día mientras caminaba solo y fue detenido e
interrogado por la policía, por eso, por caminar. ¿Qué está ocurriendo con
una sociedad cuando caminar, el acto mas simple del que disponemos, se
vuelve sospechoso?. Creo que la misma sospecha debe haber alcanzado a Moore
cuando percibe que los medios masivos y el estado introducen y utilizan el
miedo de manera creciente para intentar conformar un ser social al servicio
de ilegítimos intereses. Tanto Bowling for Columbine como F9-11 - los dos
últimos trabajos de Moore - despliegan la misma hipótesis: el miedo como
instrumento para lograr objetivos políticos estatales y corporativos, como
ejercicio habitual del poder, el miedo para afirmar valores
antidemocráticos, para generar inseguridad y crear respuestas emocionales,
alojadas y adormecidas en una seguridad construida sobre la mentira y el
desprecio a la diferencia.

El bombero protagonista de F451 y el yo narrativo de Moore comparten una
misma lógica y esperanza: el poder del individuo para desenmascarar y
rebelarse frente a los más obvios mecanismos del discurso oficial, a partir
de los propios medios que ofrece la sociedad: la alerta general, la
construcción de lazos interpersonales  y colectivos y la deconstrucción del
discurso del poder (la gestualidad en los momentos anteriores a las
presentaciones  televisivas de Bush no pueden ser mas reveladores). En F451,
el discurso del poder, encarnado en el jefe de los bomberos ("no se puede
construir una casa sin clavos y madera, si no quieres construirla, esconde
los calvos y la madera. Si no quieres que una persona sea infeliz
políticamente, no le des dos lados de una historia para que se preocupe,
dale uno, o mejor aún, ninguno") muestra un rasgo que aparece de manera más
obvia en el documental: la permanente contradicción entre el discurso y el
ejercicio del poder, que apela a la guerra como justificación de la paz y la
propia conciencia de la falsedad de su discurso, que en F451 sabe que la
prohibición de los libros postula suprimir  su carga conflictual, pero de
paso sirve para eliminar todo su potencial liberador y que ambas son las
caras indesligables de la moneda vital, por lo que el punto crítico del
discurso oficial es presentarse como supresor de diferencias, como
tranquilizador y generador de seguridad.

Si algo diferencia ambas obras es el acento en la deconstrución de los lazos
sociales que construyen los personajes: mientras F 451 se ubica al lado de
los que empiezan a tomar conciencia de la situación, F9-11 intentar revelar
los lazos personales y financieros que atan al poder y cómo su actuación
impacta y decide sobre la vida y muerte de millones de personas.

Ambos Fahrenheit son también muestras de una temperatura social, afiebrada
por la carga tanática del discurso oficial: en F451 los personajes buscan la
muerte por querer encontrar la vida, en la medida que no son totalmente
concientes de que el discurso predominante que viene desde las alturas del
poder promete muerte pero se presenta a sí mismo como una lucha que intenta
representar la vida: la vida somos nosotros y nuestros valores, sin importar
si ese "nosotros" y esos valores son cada vez más reducidos, más
encarcelados en su propia limitación. Tal vez esa sea la diferencia más
grande entre Bradbury y Moore, mientras que para el primero la muerte es un
síntoma social muy profundo y sólo encontrará una salida fuera de la
sociedad, para Moore, cincuenta años después, con ejemplos palpables y
reales,  la muerte es un negocio de intereses concretos.

Contacto

Miro el contacto en blanco y negro, las formas pequeñitas de Cartagena, lo
repaso desde arriba, hacia la derecha y cuando llego al último recuadro me
veo cambiando el rollo, reemplazando el tono gris de las fotos por uno en
colores y recuerdo en cada una de las imágenes, en su forma secuencial,  el
trayecto que bordea la muralla y el mar. Me pregunto si es posible inventar
de nuevo el cine y unir cada una de las fotos y volver al movimiento de los
pasos, a la sensación del calor agobiante y ser algo más que una foto: un
instante preciso de la memoria.
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Entre indecisiones y borracheras

La mujer, sentada en el bar no deshojaba margaritas, se las bebía.
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Del sueño a la realidad de las Vías Verdes

Hace nada menos que once años soñábamos con llegar a tener lo que hoy es
toda una realidad. Aquellos trenes que un día dejaron de pasar por los
viejos caminos de hierro, nos dejaron un halo de nostalgia, pero a la vez la
ilusión de emprender la aventura de darles una nueva vida. Y así nacieron
las Vías Verdes.
Con tesón, cariño, ilusión, perseverancia y con la idea clara de convertir
aquellas viejas vías de ferrocarril en apasionantes recorridos por los que
pudiéramos discurrir todos a paso calmo, seguro y confiado emprendimos esta
apasionante aventura.

Lejos de ellas dejaríamos al automóvil para acercar a las personas - tal y
como lo hiciera el ferrocarril- el entorno, el paisaje, los pueblos y las
ciudades. Hoy, en España podemos recorrer más de mil kilómetros por estas
brechas históricas que han vuelto, con un nuevo espíritu a ver la luz... y
así, pretendemos seguir avanzando por la vía de la movilidad a escala
humana, por el respetuoso acercamiento a la naturaleza y por un turismo más
sostenible y accesible para todos.
Y cada día somos más quienes participamos del hechizo de las Vías Verdes.
Algo deben tener de mágico, porque ejercen un misterioso embrujo sobre
quienes a ellas se acercan: ya nunca pueden alejarse y olvidarlas.

Si quieres saber más de las vías verdes: www.viasverdes.com
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Una ruta por el patio trasero de la ciudad

Siempre me ha fascinado la idea de poder salir de la gran ciudad por viejos
caminos y sin pisar asfalto. Para los que vivimos en Madrid es esta una
tarea cada vez mas difícil. A modo de entrenamiento un buen amigo y yo
salimos el pasado sábado para retomar pistas y caminos que -yo al menos-
hacia casi diez años que no tomaba. Desde la famosa Casa de Campo tomamos
rumbo SW. para seguir a espaldas de la Ciudad de la Imagen, donde está la
sede de Telemadrid. Es esta una inmensa cuña de terreno que siguiendo el
arroyo de Meaques se interna en la ciudad. En realidad se trata de un
antiguo terreno militar que está en "barbecho" a la espera de que una
ambiciosa operación urbanística arrase con la última escapatoria que le
queda a la Casa de Campo para no morir estrangulada por el cemento y el
asfalto.
Pasada la zona militar hay que cruzar una autopista de circunvalación
(M-40), un nuevo "corte" en la vieja ruta y que ha sido salvado gracias a un
paso inferior, me imagino por que así lo pedirían los militares. Graffitis
en los muros, algún escombro y restos de los cambios de aceite de los coches
nos salen al paso. Muy cerca de aquí la OTAN construye su flamante e inmenso
Cuartel General para el SW de Europa, seguro que el terreno se lo han
regalado mientras que la gente no encuentra piso.
El siguiente "corte" del inmenso pastel en que se ha convertido la región de
Madrid lo encontramos como a ocho o diez kilómetros del anterior: La
autopista M-50. Se trata de una nueva circunvalación, esta no lleva ni seis
meses abierta. Por pura casualidad y por que Repsol ha instalado una enorme
gasolinera, nuestro camino coincide con un cambio de sentido bajo rasante:
puro asfalto, no hay ni un mísero paso de ganado ni un espacio para -por
ejemplo- ¡¡Caballos!! que bonito debe ser hacer esto a caballo,,, pero por
aquí los equinos NO podrían pasar. No hay tampoco ningún tipo de tratamiento
de conexión o señalización para facilitar el paso del camino bajo la
autopista. Por supuesto que la gasolinera está abierta, esto es lo único que
parece que funciona bien en este país. Se me ha olvidado comentar que antes
de llegar hasta aquí y a escasos tres kilómetros al norte del camino por
donde hemos pasado, el horizonte azul de la sierra de Guadarrama se ve ahora
"mermado" por el skiline de la "Ciudad Bancaria del BSCH" (Banco Santander
Central Hispano). Os lo puedo describir: donde antes pastaban ovejas,
saltaban las liebres y circulaban bicis ahora se ha levantado la sede
central de este banco y donde irán a trabajar al día del orden de 8.000
personas, todas en coche porque el tranvía de comunicación
Boadilla-BSCH-Madrid no estará construido hasta dentro de cuatro años, allá
cuando todo el mundo esté habituado a ir en coche. Ni que decir tiene que
todo este terreno antes agrícola ha sido recalificado una vez que se compró
a precio rustico para edificarlo como suelo urbanizable, ah: el BSCH tiene
también un campo de golf.
Seguimos la ruta: Próxima parada Villaviciosa de Odón, el reino del chalet
adosado con jardín y piscina. Yo creo que deben de gastar más agua regando
las praderas que toda la provincia de Teruel (con todo mi cariño a los
altoaragoneses). Dejamos atrás Villaviciosa por un terreno de polígonos
industriales, escombreras y fincas custodiadas por perros que ladran de
calor y desesperación. Algún día tendremos que hablar de esos pobres bichos
atados a una eterna cadena y que siempre ladran al paso del ciclista.
La bajada hacia el valle del río Guadarrama ¡¡¡PARQUE NATURAL!!! Es
absolutamente surrealista. Una inmensidad de chalets, casas adosadas, naves
industriales y construcciones ilegales aparece ante la visión del ciclista,
esto tiene un nombre: Colonia Guadarrama y Parque Coimbra.....Todo ello a
espaldas de la N-V donde se levanta el flamante y lujoso parque de Nieve
Artificial Madrid Xanadú. Esto es el Verdadero Patio Trasero de la ciudad,
de aquí la denominación de mi mensaje.... ¿Es qué en más de treinta años de
Ayuntamientos democráticos no se ha podido frenar la especulación y el
destrozo del paisaje???  Cruzamos el río Guadarrama por el impresionante
puente abandonado del ferrocarril Madrid-Almorox. Se trata de un precioso
puente metálico oxidado y apenas protegido por una ridícula alambrada. En
cualquier otro lugar esta antigua vía férrea habría sido rehabilitada como
Vía Verde para hacer un bonito itinerario (por ejemplo) desde la estación de
Cercanías de Móstoles hasta Navalcarnero, una idea barata y con éxito
asegurado debido a la bonanza del perfil y a lo bonito que es el pueblo de
Navalcarnero. ¿Qué existe a cambio? un puente a punto de caerse, una vía
ocupada por todo tipo de edificaciones, una estación -Río Guadarrama-
vandalizada y la guinda del pastel y casi lo que más me ha cabreado: la
inminente urbanización de todo el espacio que hay a la entrada a
Navalcarnero y que puede suponer la desaparición definitiva de una
hipotética vía verde..... Así es como potenciamos en Madrid los recursos
naturales y culturales, sepultándolos bajo las orugas de una excavadora.
Perdonarme por el ladrillo, pero cuatro horas bajo el sol de agosto y dando
pedales dan para éstas y más reflexiones. (colaboración de Miguel Ángel
Delgado)
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El buen David
Lo encontré a la salida de un bar. Me contó que era un rey destronado,
mientras entonaba  una vieja melodía que hablaba de cumpleaños y mañanitas.
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Fabricantes de autos se sienten apretados por la contaminación
DETROIT. Un no escucha a menudo a los analistas financieros hablar acerca
del cambio climático, pero este mes John Casesa, un analista de Merrill
Lynch, organizó una  tele conferencia para abordar una problemática cuestión
para los fabricantes de autos de Detroit: dado que los reguladores en todo
el mundo se mueven en la dirección de reducir las emisiones de gases de
efecto invernadero que provienen de los autos y a mejorar la eficiencia de
los combustibles, ¿Qué pasará si  Wall Street agrega estos costos?
La respuesta más probable no hará muy felices a la General Motor (GM) ni a
la Ford. La convocatoria de Casesa incluía una presentación del World
Resources Institute, un grupo de política ambiental en Washington que
recientemente publicó un reporte sobre el tema junto a  Sustainable Asset
Management, un grupo de inversión con residencia en Zurich.
El reporte indica que GM y Ford perderán más, financieramente, que cualquier
otro fabricante de autos, al cumplir las regulaciones que los grupos esperan
que los EE UU, Japón y Europa, adopten en la siguiente década.
El reporte estima que Ford tendría que gastar  $403 más en cada vehículo
para alcanzar los nuevos estándares previstos y  GM tendría que gastar  $377
más. En contraste, Honda sólo debería agregar al costo,  $24.
Carro por carro, BMW tendría que gastar más que Ford o GM, $649 en cada
vehículo, señaló el reporte, pero debido a que sus precios son más altos,
tendría menos dificultad para absorber el costo.
Quizá el hallazgo más importante para GM y Ford, los dos mayores fabricantes
de autos  en los EE UU, es que los competidores extranjeros, particularmente
Toyota Motor, pueden estar siendo ayudados por regulaciones más duras,
debido a que ya han invertido mucho más en tecnologías para la eficiencia
del combustible, como los sistemas de motores híbridos (gas/electricos), que
podrían generar nuevas utilidades.
Las regulaciones relacionadas a la economía del combustible y los gases que
se cree causan el calentamiento global son "una de las claves que conducirán
la competitividad en la industria en la siguiente década y más allá," dijo
Duncan Austin, quien hasta hace poco fue el Economista Senior del  World
Resources Institute.
La Unión Europea y Japón atraviesan fases irregulares en las emisiones de
gases que atrapan el calor, las cuales se elevan y caen de acuerdo al uso
del combustible. La administración Bush se ha alejado del convenio
internacional, conocido como el Protocolo de Kyoto, para controlar dichas
emisiones, pero California ha diseñado su propio plan, y muchos Estados  del
noreste puede seguir esta ruta.
"Como un analista del mercado de autos, estoy muy preocupado sobre el lado
riesgoso de la ecuación," Casesa de Merrill Lynch, dijo. "Para las compañías
de auto domésticas hemos tenido una política de energía cómoda, pero hay
nuevos temas como el cambio climático, y hay nuevos asuntos geopolíticos y
militares que se vinculan con nuestra política energética."
El resultado podrían ser estándares de combustible/economía más duros, dijo
Casesa. Lo que sería doloroso para Ford y GM porque se apoyan grandemente en
la venta de vehículos ligeros que son menos eficientes en el uso del
combustible: camionetas y SUVs (sport utility vehicles).
Niki Rosinski, un analista financiero que colaboró con el reporte y trabajó
para Sustainable Asset Management hasta hace poco , señaló lo que denominó
"la intensidad del carbón" en las ganancias de Ford, queriendo mostrar el
sustento de la compañía en producir vehículos que consumen más combustible y
emiten la mayor parte del dióxido de carbono y otros gases que los
científicos señalan como causantes del cambio climático.
"Sesenta por ciento de las ventas globales de Ford vienen del mercado
norteamericano y  en el Mercado norteamericano , 60 por ciento de su ventas
vienen de camionetas, que constituyen ochenta por ciento de las utilidades
de sus operaciones norteamericanas", dijo Rosinski.
El informe del instituto predice que debido  a las nuevas regulaciones, las
utilidades de Ford serán diez por ciento más bajas que las esperadas  de
ahora al 2015 y que las ganancias de GM serán 7 por ciento menores. (Danny
Hakim, New York Times  Julio 27, 2004, traducción nuestra)
La Ciclorumba, bitácora de un ciclopaseo

Cuando caía la tarde un grupo de aproximadamente diez personas nos
encontramos en la casa de Hugo; era jueves y las vacaciones apenas estaban
comenzando. Nos pusimos  atuendos extravagantes, máscaras, maquillaje y
peinados, también llevamos   timbres, cornetas, pitos y nuestros silbidos.
Salimos a tomarnos  la calle  a manera de festival o caravana, invitando a
otros ciclistas y peatones con volantes que explicaban por qué salíamos esa
noche armados con nuestras ciclas a las calles bogotanas.
Después de una hora de pedaleo el grupo ya se acercaba a treinta personas,
cada una montando su bicicleta, el  elemento que nos hacía estar allí,  en
disposición de circular por las vías vetadas para quienes cargamos con el
estigma de ser "ciclistas" y que hoy además éramos comparceros  invitando a
una fiesta sobre dos ruedas alineadas, vitalizadas por el constante golpe
característico del pedal.

Entrada la noche, la ciudad se empezó a acostumbrar a esta ciclorumba,
ciclopaseo, en otros momentos manifestación y a veces comparsa, que
reivindicaba  una vieja pero poco practicada forma de socialización: la
bicicleta combinada con el disfraz, el panfleto y la fiesta. A mitad del
recorrido apareció en nuestro camino el pan, que pasó a ser también
protagonista de la historia... panes de queso, croissant,  roscones,
mantecadas, bizcochos y otras delicias que se pueden encontrar en muchos
rinconcitos de una ciudad como Bogotá. La lluvia de pan cesó para que el
recorrido continuara y los ávidos asistentes pasáramos  ahora a devorar
metros de pavimento, de calle, esas mismas que casi a diario son parte de
nuestras vidas.

El cierre se hizo con broche de oro. Durante algunos minutos interpusimos
nuestras bicis y la música enfrentando a Transmilenio, que lejos de ser un
digno medio de transporte masivo,  es un monstruo que representa la
corrupción, la rapacidad, la enajenación y la expropiación de un fragmento
de ciudad  que nos pertenece a todas y todos. Alegría, una pequeña dosis de
satisfacción y la cita para una nueva jornada dentro de un mes, son los
resultados de esta corta pero significativa actividad.
¡Bienvenida la fiesta,  la ciclo rumba, el ciclopaseo!  Nuestra ciudad  está
ahí para ser redescubierta, rediseñada, reflexionada y reenrumbada. (enviado
por Cayena, Pacho y los Combos Ciclistas de Bogotá)
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Me lo mandó Nicanor

"Cuando veo un adulto en una bicicleta, tengo fe en el futuro de la especie
humana"
( H.G. Wells )



Carlos Cordero Velásquez
CICLORED - Centro de Asesoría
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y Ambiente

Pasaje Lavalle 110 -
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Perú

telf: (51 1) 4671322



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