[sustran] Re: marzo a escala humana

Alan Patrick Howes APHOWES at dm.gov.ae
Wed Mar 27 15:33:05 JST 2002


Err, what's this? Harry Potter and Frodo meet sustainable transport? Sounds
fascinating! But Google translation failed to enlighten me much - can anyone
help?


--
Alan P Howes, Special Transport Advisor,
     Dubai Municipality Public Transport Department
aphowes at dm.gov.ae
Tel:    +971 4 286 1616 ext 214
Mobile: +971 50 5989661


-----Original Message-----
From: Carlos Cordero V. [mailto:ccordero at amauta.rcp.net.pe]
Sent: Wed, March 27, 2002 3:46 AM
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Subject: [sustran] marzo a escala humana


Boletín del transporte a escala humana 

Febrero- Marzo, 02

Otro mundo es posible (I)

Es un largo viaje el que va desde las peripecias a tres tomos de Frodo
Baggins hasta la adolescencia interminable de Harry, algo de sesenta años.
Ambos proceden de las mismas tierras y si miramos dentro las historias,
comparten cierto parentesco.

La señora Rowling debe haber leído muchas veces a Tolkien y sus
predecesores: la capa invisible y el espejo del tiempo confundido, los
poderes que residen en las piedras y el mundo dual han sido escritas en otro
tiempo y para otros lectores, cual imágenes recurrentes que sobreviven al
tiempo. 

Ambas historias tienen como emblema la diversidad. En ellas los humanos son
sólo una de las especies que disfrutan y sufren estas tierras. En El Señor
de los Anillos, Hobbits, Elfos, Enanos, y aún la propia naturaleza (los
seres del bosque) poseen voluntad propia, comparten el mundo que les toca y
aprenden a descubrir en la alianza (uno de los significados del anillo) y la
comunidad, el sentido de trascendencia y el destino. 

Entre los magos y humanos de Rowling hay permanentes intersecciones, lazos
creados a través de "mestizos" como el propio Harry, o de origen humano pero
magos por vocación como Hermione, todos iguales y diferentes. entrelazados y
discriminados por quienes no aceptan las mezclas ni reconocen las
diferencias.



Pero los habitantes de la Tierra Media y Hodgwarts no sólo son diferentes
entre sí, también los son en sí, pues no poseen una naturaleza perenne,
están sujetos a la tentación, a que la ambición y el desprecio por el otro
los asalte y los convierta también en otros, dependientes de la voluntad del
poder, fantasmas de sí mismos, muertos en vida. Es en esta lógica que la
comunidad es fortaleza y no significa perdida de autonomía, ni el
individualismo un valor en si mismo.



Los protagonistas centrales del destino y la lucha contra el mal no tienen
más fuerza que la voluntad ante la adversidad, ni dependen de músculos que
les revientan las camisas, ni de armas que masacran a los otros. Tienen
miedo y de él aprenden, son pequeños y simples, Hobbits de un pueblo
apacible hasta que le destino les cruza la historia o como los aprendices de
Hodgwarts que descubren lo que son haciendo. Ambos escuchan a los ancianos y
beben de la sabiduría, ayudados por la premonición, los signos y el
presagio. No lo saben pero intuyen que el tiempo está a favor de los
pequeños. Probablemente si vivieran hoy se hubieran reunido en Porto Alegre
y no en Mordor que queda más al norte. 



Otro mundo es posible (II)

La realidad con su habitual terquedad vuelve a las andadas. En Bogotá, Cali
y Valledupar se celebró por tercera vez el "Día Sin Auto". Según informa el
principal periódico de mi ciudad "fue un gran taller pedagógico para
demostrar que el carro particular es sólo un instrumento y no un elemento de
desarrollo y crecimiento. Además permitió fortalecer los hábitos
relacionados con la movilidad segura y evitar los comportamientos que
generan accidentalidad en las vías" Como mucha gente parece estar interesada
en otros mundos posibles, una treintena de alcaldes vinieron de Europa,
EE.UU y Latinoamérica para ver la movida.

Antes hemos comentado aquí la experiencia y sus posibilidades. Se trata de
retirar temporalmente un elemento de la realidad, v.g. el auto, para
permitir consolidar espacios ciudadanos y apropiaciones simbólicas de la
ciudad, además de medir la productividad y diversos fenómenos sociales. No
cambia el mundo, pero alisa el terreno para otro posible.



Las monedas

En el periódico las noticias sobre Europa y el Euro mientras miro el racimo
de monedas que rebosan el plato de bronce que descubrí en un mercado de
pulgas en Dortmund. Brillan cuando el tragaluz se enciende, mudos testigos
de fugaces despedidas, de andenes que se alejan, de visitas inesperadas y
encuentros furtivos, de aeropuertos iguales. Los viejos florines de la
primera vez y la Ginebra de Utrech, el Marco que duró un año entero, el día
inmenso de Estrasburgo, los soles felices de Madrid, la niña que me prestó
el alma en Barcelona, las cervezas de la Gran Plaza y el secreto de la noche
en Bruselas, el cumpleaños de Praga. Las miro y sé que felizmente nunca
podrán comprar nada, nada que no tuviera antes, nada que no hubiera ya dado.
Descubro su secreto y constato que el dinero más feliz es aquel que no
necesitas, el que pierde sentido, el que se convierte en escultura pequeña y
adorno, en Dios olvidado, bajo la luz que la mañana engulle, allá tan lejos.


Las dos caras

Hablando de monedas, la vida siempre presenta dos caras, la que mira al
piso, según informa el Diario Reforma, queda en el D.F. de México donde la
administración excluyó en el plan 2000-20006 las ciclovías de los planes
urbanos e insiste en 
construir segundos pisos para vías (ej. en Viaducto y Periférico) que sólo
fomentan el uso del automóvil y marginar el transporte público en una ciudad
que se ahoga de contaminación y segregación social.
La otra cara de la moneda, la que mira al cielo, en Londres, cuyo Alcalde
informa con cierto orgullo que aprobaron el presupuesto para expandir la red
de ciclopistas urbana. La verdad hubiéramos preferido que la moneda cayera
al revés y si fuera posible parada en el borde. Pero de los reveses también
se aprende y no hay equilibrio posible sin caídas, como sabe todo aquel que
alguna vez aprendió a manejar una bicicleta.

No pasarán 

Como alguien que ha vivido casi toda su vida en el distrito de Miraflores,
no puedo dejar de reproducir el comentario del Señor Augusto Elmore en la
revista Caretas (edición del 14 de marzo). El mismo exime de mayores
comentarios pero no de acción:



"Cuando los municipios no tienen nada mejor que hacer (y parece sobrarles la
plata), se dedican a planear obras tan discutibles y verdaderamente
inverosímiles como la de construir bajo los parques Central y Kennedy de
Miraflores un centro comercial y una playa de estacionamiento gigantes. La
principal aberración - aparte de lo grave que significaría destruir áreas
verdes - es la de pensar en un centro comercial subterráneo en un distrito
en el que basta darse una vuelta para comprobar los centenares de negocios,
locales y galerías comerciales que se encuentran cerrados en la actualidad.
Los miraflorinos no tolerarán este despropósito". 

Señora ley

El Congreso del Perú promulgó la Ley del trabajo y restableció la jornada de
ocho horas. Muy bien, excelente. Pero entendámonos, la jornada laboral no
empieza en la puerta de la fábrica o en la puerta de la oficina, se inicia
en la puerta de la casa y a veces dentro. La diferencia entre los tiempos de
los mártires de Chicago y nuestros días, es que ahora la jornada se alarga
entre la casa y el trabajo. Que las ciudades crecen, que a falta de buen
transporte público y condiciones para los medios a escala humana la jornada
se va a la calle, queda despedida, empieza y termina cada día en la vía
pública. 

Congraso

Cuando cerramos este boletín de vida breve e incierta

nos informan que el Congreso Nacional pretende revivir la importación de
autos usados. El argumento es el mismo de siempre "actividad que genera
puestos de trabajo" En Japón será y algunos pocos en Perú, claro, pero el
trabajo de los otros veinticuatro millones de peruanos seguro no se afecta
por la productividad de los asmáticos que faltan a sus labores, por el
exceso de congestión, por la accidentalidad que sube. No, esa productividad
como que no cuenta a veces. 

Memorias de Jorgito

El emperador de Roma visitó el Perú esta semana y los diarios hablan de su
seguridad, de la regional y de la imagen de nuestro país de la misma manera
que algunas familias se preocupan de la limpieza de casa sólo cuando vienen
visitas. Me parece que la seguridad es un asunto muy importante (clarísimo
después del criminal atentado en las inmediaciones de la embajada de EEUU)
pero si El Emperador realmente estuviera preocupado por la seguridad del
mundo firmaría el tratado de Kioto de cuyo resultado depende la vida de
millones en nuestro planeta y no andaría por doquier dando tanto discurso
soso. Salvo mejor opinión, por supuesto. 

Carlos Cordero Velásquez
CICLORED - Centro de Asesoría y Capacitación
para el Transporte y Ambiente
 
Psje. Lavalle 110
Lima 04
Perú
 
tel :     (51 1)  4671322
 
casilla: ccordero at amauta.rcp.net.pe <mailto:ccordero at amauta.rcp.net.pe> 

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